
Tras la apertura de la sesión bursátil el euro se paga a la apertura a 5,28 reales brasileños en promedio, de modo que implicó un incremento del 0,48% si se compara con los 5,25 reales brasileños en promedio de la sesion previa.
Teniendo en cuenta los últimos siete días, el euro marca una disminución del 3,18% y en el último año aún acumula una bajada del 12,55%. Con respecto a fechas anteriores, pone freno a cuatro jornadas seguidas con tendencia plana. La volatilidad de los últimos siete días es ligeramente superior a los datos logrados para el último año (16,1%), así que está presentando un comportamiento más inestable.
En la foto anual, el euro ha llegado a cambiarse en un máximo de 6,45 reales brasileños en promedio, mientras que su nivel más bajo ha sido 4,97 reales brasileños en promedio. El euro se coloca más cerca de su valor mínimo que del máximo.
Entre crisis e incertidumbre
El real, o el real brasileño como se le conoce a nivel internacional, es la moneda de curso legal en Brasil y se trata de la vigésima moneda más negociada en todo el mundo y la segunda de Latinoamérica sólo detrás del peso mexicano.
Vigente desde 1994, el real sustituyó al “cruzeiro real” y su abreviatura es BRL; también se trata de la cuarta moneda más negociada en el continente americano sólo detrás del dólar estadounidense, canadiense y del peso mexicano.
Uno de los episodios que más han marcado a la moneda brasileña fue cuando en 1998 el real sufrió un fuerte ataque especulativo que provocó su devaluación al año siguiente, pasando de un valor de 1.21 a 2 reales por dólar.
Actualmente existen las monedas de 1 y 5 centavos de cobre, de 10 y 25 centavos de bronce y las monedas de 50 centavos de cuproníquel. La moneda de un real es bimetálica. Cabe apuntar que en el 2005 las monedas de un centavo fueron descontinuadas, pero aún sigue siendo de curso legal.
En cuanto a la economía, el Fondo Monetario Internacional (FMI) hizo un recorte de 1.7 puntos porcentuales en el crecimiento de Brasil para este 2022, en especial por el deterioro de las condiciones mundiales entre la alta inflación y la pandemia de coronavirus.
Cabe apuntar que la economía brasileña, la más grande de la región latinoamericana, entró en recesión en el segundo trimestre de 2021 y se pronostica que ésta quede parada en todo el 2022.
Debido al COVID-19, Brasil se vio obligado a gastar más dinero como medidas de estímulo (cerca de un 12% del PIB) para poder hacerle frente a la pandemia, lo que al final se tradujo en un déficit presupuestario para este 2022.
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