Gran Bretaña anunció el jueves un acuerdo con Ruanda para enviar al país africano a algunos solicitantes de asilo, un plan que —alegó— evitaría que los traficantes de personas envíen a inmigrantes desesperados en viajes traicioneros por el Canal de la Mancha.
Opositores y grupos de refugiados en Reino Unido consideraron la medida como inhumana, inviable y un desperdicio de dinero público.
El plan vería a algunas personas que llegan en camiones o botes a Gran Bretaña como polizones y serían enviados a Ruanda, a 6 mil 400 kilómetros de distancia.