Hace unos 10 años recibir una invitación a la mansión de Yuri Milner en Los Altos, California, significaba que te codeabas con la flor y nata de Silicon Valley. Milner es conocido por sus lucrativas inversiones en Airbnb, Alibaba, Twitter, Facebook y otras startups, y por ser un mecenas de las ciencias. Era amigo del difunto Stephen Hawking y se sabe que alterna con Mark Zuckerberg y el actor Edward Norton. Incluso el cofundador de Google, Sergey Brin, asistió a la fiesta que Milner dio para ver la serie Westworld de HBO.
Milner también es un billonario ruso que comenzó su carrera en el sector del capital riesgo con la ayuda de Alisher Usmanov, un magnate metalúrgico de origen uzbeco cercano al Presidente de Rusia, Vladimir Putin. La mayoría de las personas que conocen a Milner han restado importancia a esta conexión con un oligarca pro-Putin.
El negocio de Milner (la inversión temprana en empresas tecnológicas) está muy alejado del mundo de los oligarcas rusos que se enriquecieron adquiriendo activos estatales a precios regalados. Además, el dinero que recibió de Usmanov, así como del banco estatal VTB Bank PJSC, llegó durante la presidencia de Dmitry Medvedev, cuando la Administración Obama quería restablecer las relaciones ruso-estadounidenses.