Era tal la deseperación de AMLO por lograr una copiosa votación en su ególatra ejercicio de revocación del mandato que obligó a todos a violar la ley. Gobernadores, legisladores, servidores de la nación, burócratas, dirigentes y militantes de Morena, todos volcados a hacer propaganda pese a la veda electoral. Espectaculares, volantes, eventos de proselitismo, el uso de aviones y vehículos públicos, mitines, declaraciones a medios, redes sociales, no dejó espacio sin cubrir. Para evitar sanciones en fast track el Congreso legisló para permitir proselitismo, pero como es mandato Constitucional la veda, el TEPJF, derogó la ilegal medida.
El problema es que fueron tantos y en forma tan descarada los apoyos de servidores públicos y tantas las violaciones a la ley que ahora dejan a las autoridades electorales con un paquete de faltas, que no pueden disimularse, y cuyo castigo implica mayores enfrentamientos con el Ejecutivo Federal, pues la FEPADE dice que no tiene queja alguna.
Dejar pasar la violación va a empoderar más a Morena para actuar al margen de la ley en las próximas campañas, incluída la de 2024. AMLO quiere el control de las elecciones y utilizar todo el aparato de Estado para apoyar su sucesión. Quiere obediencia ciega de sus leales, exige sin importar el Estado de Derecho. Acusa cuando él es el culpable de que no se hayan instalado todas las casillas por falta de presupuesto y exige al INE más ahorros atropellando derechos laborales que no resuelven los montos de recursos requeridos.
Ha sido tan cínica la violación a la veda por el Secretario de SEGOB, el director de la Guardia Nacional, el Presidente de Morena, la Jefa de Gobierno, que puedo pensar se trata de provocaciones a las autoridades electorales, para demostrar quien manda, ante difíciles decisones sobre las faltas y sus sanciones.
Cierto que a AMLO le interesaban más los votos que el resultado que sería a su favor. Pero lo sucedido es de la mayor gravedad pues no respeta las leyes electorales. Quiere cambiar el sistema de partidos, acabar con la pluralidad. Dejar solo diputados de mayoría y tomar por asalto, a través del voto popular al INE y al TRIFE. Sabe que ha decaído su aceptación, sabe de sus malos resultados, sabe de la polarización, de la c orrupción de hijos y familiares, amigos y socios, pero solo le importa el poder.
No quiere perderlo. Por eso detuvo la votación de la Reforma Eléctrica. Busca más votos para poder impulsarla. Y cayó el primero, del Dip Miguel Aysa, PRI, hijo del ex Gobernador de Campeche que traicionó a Alito por una embajada. Falta ver como vota el hijo de Murat y su esposa y otros más pueden traicionar al tricolor. Pero 57 votos son muchos por conseguir. Hay desde luego ofertas, dinero, posiciones, negocios, en fin.
Pero la sociedad civil está alerta. En un space de jóvenes, han buscado a los diputados de la oposición para que confirmen su negativa a la Reforma Eléctrica, por horas, los han seguido. El propio Dip. Aysa aseguró votaríapor el no, pero los interess familiares pesan más que la Patria. Los diputados del PVEM no quisieron responder. Todos los demás opositores expresaron su rotunda negativa a una Reforma costosa, contaminante, violatoria de tratados internacionales y lesiva a la economóa familiar.
La sesión, con todo y firmas de los miembros de la JUCOPO, quedó para el Domingo 17 de abril. El coordinador de Morena prometió incluir algunas propuestas de la oposición al dictamen, pero no lo fundamental. ¿Qué pasará? Sin los votos ¿volverán a evitar la sesión del pleno? ¿Tomarán la Cámara para evitar que ingrese la oposiición y vote? ¿Cambiarán la sede sin avisar y sin permitir ingreso? ¿Postergarán de nuevo la sesión para comprar diputados? ¿Se resignarán a que se rechace la propuesta?
La Alianza Opositora acordó una Moratoria Constitucional, es decir, una alianza de los partidos para evitar cualquier modificación que AMLO proponga a la Constitución. Su Reforma Electoral que pretende acabar con el pluralismo, partidos aliados incluidos, tomar el control electoral y conducir su sucesión, tampoco tendrá suficientes votos.
Tras la decisión de la SCJN de no declarar inconstitucional la LIE y dejar en criterios de jueces y magistrados su aplicación, su visión ha cambiado. Busca por la vía de la ley seguir intentando cumplir sus costosos caprichos, faltos de visión de Estado. Piensa seguir presionando a la SCJN. Ya señaló que legislará en materia minera para conservar la explotación del litio. Como no tiene equipos, ni especialistas, ni dinero, igual termina dando concesiones.
En 2023, toca cambiar a cuatro Consejeros del INE, entre ellos a Lorenzo Córdova y a Ciro Murayama. Se necesitan 2/3 de votos de los presentes. Esa será una verdadera batalla épica. Si no se logran los votos se insaculan a los Consejeros. Por eso AMLO quiere un control que no tiene, a través de una Reforma Electoral donde no importe la trayectoria, capacidad, experiencia, honradez o imparcialidad, sino la lealtad al partido que los postuló, en su caso mayorías de Morena.
Así la obsesión de AMLO por votos y más votos. No importan las reglas, se trata de resultados. De conservar a toda costa el poder. De evitar que 2024 se reemplace su “proyecto”, de planear una revocación del mandato para el próximo Presidente a fin de que se preocupe por su popolaridad y no por un gobierno eficiente. Frenar reformas es el objetivo, de una u otra forma. No sé si AMLO tenga clara la magnitud de la destrucción que ha hecho. De lo costoso que ha sido su gobierno. De la falta de inversión que generará menor recaudación, menos empleos y más pobreza. Pero él quiere votos.
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