


Un estudio sugiere que las personas recuperadas de COVID-19 tienen un riesgo 33 veces mayor de sufrir males vinculados con coágulos sanguíneos, como puede ser una trombosis venosa profunda o una embolia pulmonar, en comparación con las personas que no se han contagiado.
El estudio publicado recientemente en The British Medical Journal establece que el COVID-19 es un factor de riesgo para que las personas desarrollen males vinculados con la sangre. Pero no todo es tan malo, ya que los resultados también pueden ser de impacto sobre recomendaciones y estrategias diagnósticas para prevenir los padecimientos y tener un mayor cuidado sobre las personas recuperadas del virus.
Este trabajo de investigación, proveniente de científicos de Suecia, es resultado del monitoreo a un millón 57 mil 174 personas contagiadas de COVID-19 febrero de 2020 y mayo de 2021. Inicialmente, el periodo de observación en las personas contagiadas fue de uno a 30 días, aunque se detectó que la incidencia en casos relacionados con trombosis venosa comenzó a aumentar hasta los 70 días después de haberse contagiado.